NUESTRA PUNTILLA SIN ALMANAQUE
Esto, que debería ser un prólogo, podría ser también un epílogo. Podría ser la culminación de un proyecto, la última etapa de un viaje por la museográfia creativa que emprendimos hace ya algunos meses.
Nuestro equipaje se ha ido conformando a partir de lo que hemos ido recogiendo por el camino (tú sabes… un poquito de luz, algo de color, un montón de emociones) y, claro está, a partir de lo que hemos ido dejando, no insitiremos aquí en la importancia de “limpiar”.
Las páginas que vienen después son algo así como el diario de esta última experiencia. Un resumen de lo poco o lo mucho que hemos asimilado durante el viaje. Hay también algo de cada uno de nosotros, de lo que éramos y de lo que ahora somos, porque si, como dice Borges, “Yo soy los libros que he leído”, somos también los cursos que hemos recibido y las personas que los han impartido.
El punto de partida ha sido, nada más y nada menos, que los modos de contar de Cajasol, tan lejanos para nosotros, ahora que estamos aprendiendo a ver más allá…
Los primeros pasos fueron vacilantes. Primeros encuentros y desencuentros que nos hicieron decidir con quien queríamos compartir esta última experiencia, movidos en este caso por una voluntad compartida: disfrutar del viaje, fuera cual fuese el destino.
La exposición empieza a tomar forma. Juntamos ideas, obras, planteamientos…
Y había que darle un título que definiera y presentara nuestro proyecto… y surgieron varias propuestas. Descartados el “Palo del Gallinero”, o el sugerente “Jamón de york y tinta china” nos quedamos con “La puntilla sin almanaque”, porque queríamos que fuera una evocación de lo cotidiano, lo próximo. Una conexión directa con nuestro particular imaginario. Porque nuestra puntilla tiene un fondo de cal, sol sartenero, poesía de adoquines, barros y márloles fresquitos… y un impetuoso ¡¡¡ viva Huelva!!!...
cosas del camino que de alguna manera consolidaron el alma y la personalidad de este proyecto.
Porque esta puntilla, tan nuestra, tan cercana, nos ofrecía su desnudez, incitándonos y casi obligándonos a colgar, brindándonos un sinfín de posibilidades…
Y así han pasado estos días de reuniones, blogs y mails de ida y vuelta… viendo qué queríamos colgar de la puntilla y cómo lo queríamos colgar…
Para finalmente llegar a la conclusión de que dejaríamos la puntilla vacía, haciendo sitio para lo que tuviera que venir, para lo que cada uno libremente quiesiera poner…
Aquí se me ha acabado el rollo…
PD: en el apartado de los créditos habría que poner una mención especial, a:
1. Los masterizados consortes, por la paciencia demostrada en estos últimos días…
(algunos... por que otros... ya te digo...)2. A Belli, por ofrecernos su casa como centro de conspiraciones (que entre Sevilla y la Rinconada no crece la hierba, de tanto ir y venir, como dice la copla)...
lugar mágico donde los haya... y esa terraza... y por la influencia que todos hemos recibido de ese nuevo movimiento artístico... "El Bellerismo intenso"... (ríete tu del informalismo abstracto...)3. La empanada de atún del Mercadona y
el maravilloso pan de Ester...